miércoles, 18 de noviembre de 2015

MÁS RECUERDOS

En la época de la 2a. Guerra Mundial, por la colonia donde vivíamos también hubo precauciones; a dos cuadras estaba instalado y preparado un cañón antiaéreo y por las noches las ventanas tenían que ser cubiertas con algo negro para que no se filtrara la luz, pero es todo lo que yo recuerdo.Ya había terminado la guerra, y creo que fue en 1946, cuando transmitieron por la radio la explosión de una bomba, a mi hermanita y a mí nos dio tanto miedo, que nos escondimos atrás del sillón de la sala. Me parece que, también en 1946, yo ingresé al Jardín de Niños Hans Christian Andersen, al grado llamado de transición, pues terminando pasábamos a la primaria. Entonces no se les metían tantos conocimientos a los niños, y la ocupación principal era jugar, cantar, bailar, recortar, iluminar. Durante el festival de la primavera, a mi grupo nos tocó bailar el Vals de las Flores (yo era el color rojo del arcoiris). Los papás gastaban poco dinero, pues los vestidos eran con blusa de tela baratita, y las faldas de papel celofán. Para la foto del recuerdo, yo estaba sentada en la primera fila, y me acuerdo muy bien de cómo nos dijo la maestra que teníamos que acomodar los pies para que nos viéramos todas iguales. Más de veinte años después, dos de mis hijas también estuvieron en ese mismo "kinder", aunque mi maestra, la seño Lucha, ya era directora del mismo. Yo la recuerdo con mucho cariño.

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